CUENTO CON ACTIVIDADES: EL PRÍNCIPE CENICIENTO
· Resumen del cuento: El Príncipe Ceniciento se pasaba todo el día limpiando, barriendo y ordenando el palacio mientras sus hermanos iban a todas las fiestas. Un sábado por la noche bajó por la chimenea una pequeña pequeña y desarreglada, y le dijo al Príncipe Ceniciento que se iban a cumplir todos sus deseos…
· Autor: Babette Cole.
· Editorial: Destino.
· Año: 1990.
· Edad recomendada: segundo ciclo de primaria.
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El príncipe Ceniciento no parecía un príncipe,
porque era bajito, pecoso, sucio y delgado.
Tenía tres hermanos grandullones peludos que
siempre se burlaban de él.
Estaban siempre en la Disco Palacio con unas
princesas que eran sus novias.
Y el pobre Príncipe Ceniciento siempre en
casa, limpia que te limpia lo que ellos ensuciaban.
¡Si pudiera ser fuerte y peludo como mis
hermanos! – pensaba junto al fuego, cansado de trabajar.
El sábado por la noche, mientras lavaba
calcetines, un hada cochambrosa cayó por la chimenea.
-Se cumplirán todos tus deseos- dijo el hada
Zis Zis Bum, Bic, Bac Boche, esta lata vacía será un coche -¡ Bif, baf bom, bo
bo bas, a la discoteca irás!
-¡ Esto no marcha! – dijo el hada. -¡Dedo de
rata y ojo de tritón salvaje, que tus harapos se conviertan en un traje!
-(¡Caramba!)- pensó el hada-, ¡no me refería a
un traje de baño!
– Ahora cumpliré tu deseo más importante.
¡Serás fuerte y peludo a tope!
¡Y vaya si era un Ceniciento grande y peludo!
-¡jolines! – dijo el hada-. Ha vuelto a
fallar, pero estoy segura de que a medianoche se romperá el hechizo.
Poco se imaginaba el Príncipe Ceniciento que
era un mono grande y peludo por culpa de aquel error. ¡Él se veía tan guapo!
Y corriendo a la discoteca. El coche era muy
pequeño, pero supo sacarle provecho. Pero al llegar a aquella disco de
príncipes, ¡era tan grande que no pasaba por la puerta!
Y decidió volver a casa en autobús. En la
parada había una princesa muy guapa.
- ¿A qué hora pasa el autobús? – gruñó
Por suerte, dieron las doce y el Príncipe
Ceniciento volvió a ser como antes.
-¡Espera!- gritó ella, pero el Príncipe
Ceniciento era tan tímido que ya había echado a correr. ¡Hasta perdió los
pantalones!
La princesa creyó que la había salvado
ahuyentando a aquel mono peludo.
Aquella Princesa resultó ser la rica y hermosa
Princesa Lindapasta.
Dictó un bando para encontrar al propietario
de los pantalones:
“La princesa Lindapasta decreta que se casará
con quien pueda ponerse los pantalones perdidos por el príncipe que le evitó
ser devorada por el Gran Mono Peludo. Hoy comenzarán las pruebas.” Príncipes de
lejanas tierras intentaron ponérselos.
Pero los pantalones se retorcían y nadie lo
conseguía. Como era de esperar, los hermanos del Príncipe Ceniciento se
peleaban por probárselos.
-Que se los pruebe él, -ordenó la princesa,
señalando al Príncipe Ceniciento.
– Este mequetrefe no podrá ponérselos- se
burlaron sus hermanos.
…¡pero lo consiguió! La Princesa Lindapasta se
le declaró al punto.
El Príncipe Ceniciento se casó con la Princesa
Lindapasta y fueron ricos y felices por siempre jamás.
La Princesa Lindapasta habló con el hada de
los tres peludos…
… y ésta los convirtió en hadas domésticas. Y
en adelante, les tocó hacer las labores de la casa, por siempre jamás.
ACTIVIDADES
¿Qué pasará…? Después de ver la portada del cuento se les
pide al alumnado que digan de qué creen que va a tratar la historia, y que
inventen un título.
Pensemos un poco…
- ¿Este cuento se parece a otro?
- Enumera algunas diferencias entre esos dos cuentos.
¿Cómo era el príncipe Ceniciento?
¿A qué se dedicaba?
¿Quién se le presentó el sábado por la noche?
¿El hada en quién convirtió a Ceniciento?
¿Que le ocurrió en la parada del autobús?
¿Al salir corriendo, que se le cayó al príncipe?
¿Que hizo la princesa Lindapasta?
¿Cuál es la moraleja del cuento?
¡A dibujar! Que dibujen lo que más le ha
gustado del cuento y que enseñen sus dibujos al resto de la clase explicando
por qué han realizado ese dibujo.